Una novelucha delgada, sustanciosa, como
esas cucarachas aplastadas en medio de la ducha de un inqilinato. Su autor es un japonés
que se apellida Murakami, pero no es el laureado Haruki, este es oscuro,
denostado y de prosa sucia; mil veces mejor de leer que el otro Murakami.
"El paisaje desde la ventana era nublado, como lechoso…. Un zapato de
agudo tacón estaba caído, de lado, al lado de la cocina. Asomaba el
tacón y la curva de recio cuero negro era tan lisa como la ingle de una
mujer… Afuera, en el estrecho espacio que podía ver a través de la
puerta entreabierta, estaba el Volkswagen amarillo de Lilly. Las gotas
de lluvia chocaban contra la carrocería; algunas, las más pesadas, caían
deslizándose lentamente, como los insectos adormilados por el invierno…
La gente pasaba, como sombras”…
fotos: Christophe Jacrot